BARRANCABERMEJA RECIBE, UNA VEZ MÁS, LA CARAVANA INTERNACIONAL HUMANITARIA POR LA VIDA, LA PAZ Y LA PERMANENCIA EN EL TERRITORIO

Con una actividad político cultural, la Coordinadora Regional del Magdalena Medio, se le dio un merecido recibimiento a la Caravana Internacional Humanitaria, hoy 2 de agosto de 2024, en las instalaciones del Club Infantas. Estando presentes líderes y lideresas representantes de países como Bélgica, España, País Vasco, Estados Unidos, Guatemala, México y Austria. También, representantes de instituciones y procesos sociales históricos locales, regionales y nacionales que han mantenido su lucha por la defensa de la vida y los derechos humanos en la Región.


Desde hace más de 20 años la organización internacional Red de Hermandad y Solidaridad con los Pueblos- REDHER, ha estrechado una relación humanitaria y de amistad especial con Colombia. En el 2001, ante la violación de los Derechos Humanos, el bloqueo político, social, económico y mediático del paramilitarismo contra las comunidades del magdalena medio, se llevó a cabo la primera Caravana Internacional por la Vida en el Sur de Bolívar. Se trató de una acción directa de solidaridad efectiva que consistió en llevar misiones humanitarias a los territorios afectados, con un alto ingrediente de amor, hermandad y fraternidad para acompañar, denunciar y apoyar la acción social y política de las comunidades en defensa de sus territorios.


Las Caravanas Humanitarias son un derroche multicolor que camina por las veredas, donde los y las caravanistas se funden con las comunidades, conversan con sus gentes, comparten alimentos y hablan de sus vidas, alegrías y tristezas. Estas acciones humanitarias se han realizado por lo menos en cuatro oportunidades en la Región del Magdalena Medio. Los resultados de estas Caravanas se convierten en exigencias y propuestas para que el Estado y la Sociedad entren en razón, pongan sus ojos y soluciones en estas regiones de la Colombia Profunda!


En esta oportunidad, atendiendo a las constantes y delicadas denuncias sobre la violación de los derechos humanos producto del abandono estatal y la confrontación entre actores armados legales e ilegales, las comunidades del Sur de Bolívar demandan presencia estatal y solidaridad ante la expansión paramilitar que controla gran parte del territorio, no solo en la región sino en todo el país y amenaza los procesos organizativos históricos. En este marco, REDHER y otras organizaciones sociales colombianas, incluida la Coordinadora regional del Magdalena Medio, emprendieron desde el 23 de julio una nueva Caravana por la Vida, La Paz y la Permanencia en el Territorio. Después de recorrer parte del Sur Occidente colombiano, esta Caravana llegó el 28 de julio a Aguachica y se desplazó hacia Micoahumado, Santa Rosa y las Minas, Simití, Cantagallo, llegando hoy viernes 2 de agosto, a la capital natural del Magdalena Medio, Barrancabermeja, donde el movimiento social y popular, personas delegadas de instituciones y representantes de la Iglesia y el Ministerio del Interior les recibimos y escuchamos el balance y las apreciaciones frente a la situación humanitaria en la Región. 


Por lo anterior:

1. Rechazamos la presencia del paramilitarismo en toda la región, que se alimenta del estado de indefensión de las comunidades y del negacionismo de las autoridades. Que instrumentaliza las necesidades económicas que tienen las mujeres en el cuidado y sostenibilidad de sus familias; que amenazan con el reclutamiento de los hijos e hijas, sometiéndolas e incorporándolas de manera forzosa y engañosa a su estrategia de guerra.


2. Rechazamos la aprobación irregular de licencias y trámites administrativos por parte de instituciones del estado que despojan a las comunidades del territorio para cumplir sus proyectos hidroeléctricos.


3. Exigimos alternativas viables para jóvenes campesinos que fomenten la actividad agrícola en condiciones de dignidad, seguridad humana y oportuna, alejándose del conflicto armado.


4. Rechazamos el turismo depredador que promueve el narcotráfico y el paramilitarismo, afectando el uso de la tierra, el agua y las dinámicas culturales y de convivencia; poniendo a su servicio el cuerpo de las mujeres, las niñas y las jóvenes; promoviendo además el consumo en los jóvenes quienes luego son utilizados para la venta y distribución de estas sustancias y después de un tiempo son asesinados.


5. Rechazamos la creación de frentes de seguridad ciudadana que involucran a sectores de la población civil porque está en contravía de los postulados del DIH y del Derecho Internacional de los Derechos Humanos.


6. Denunciamos la instalación de bases militares cerca a las viviendas de las comunidades, generando riesgo a la población civil.


7. Exigimos garantías sociales que materialicen el acceso a derechos de las comunidades y terminar con la estigmatización y el señalamiento a los liderazgos de hombres y mujeres en los territorios que en ocasiones terminan con asesinatos o judicializaciones. 


8. Exigimos al Gobierno Nacional y al ELN que se mantenga el proceso de diálogo con el fin de que se logre una salida política y negociada al conflicto social y armado, y se brinden las garantías para la implementación del acuerdo de paz de la Habana.


9. Exigimos el cumplimiento de los acuerdos por parte del Estado colombiano para que la sustitución de los cultivos de uso ilícito sea una realidad y evitar que el paramilitarismo obligue a las comunidades a la siembra de coca. Que igualmente, se dé cumplimiento a los acuerdos hechos con las mujeres, las comunidades campesinas, organizaciones comunitarias y a las diferentes agendas surgidas de procesos de negociación y movilización. 


10. Rechazamos la alianza de la estrategia paramilitar y el interés de empresas colombianas transnacionales, multinacionales para insistir en la titulación de tierras y la explotación de recursos naturales que ponen en riesgo el arraigo de las comunidades.


11. Denunciamos que se agudiza la situación de crisis humanitaria, con el asesinato, persecución, amenazas de muertes, desplazamiento y desaparición forzada de lideres y lideresas sociales, con un incremento en personas jovenes y mujeres.


12. Resaltamos la denuncia de La Caravana Humanitaria, que en desarrollo de la actividad ha recibido presiones intimidación y perfilamiento (toma de fotos, intimidaciones grabaciones y comentarios de personas desconocidas intimidantes hacia los integrantes de la misma. 


13. Por último, reconocemos la loable labor desarrollada por las organizaciones sociales, cívicas, comunales, campesinas, de mujeres, de derechos humanos; que en medio de este clima de inseguridad e incertidumbre actúan de forma diligente visibilizando la problemática que se vive a diario en esta región del país; y que reclaman un diálogo urgente que lleve a la convivencia y la paz en la región. 


COORDINADORA REGIONAL DEL MAGDALENA MEDIO

Por la Paz, la Vida y la Defensa del territorio